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El teletrabajo y los retos en la transformación digital

El teletrabajo y los retos en la transformación digital

Por: Alejandra Boada

Corresponsal en Madrid

Con septiembre a la vuelta a la esquina y, por lo tanto, “la vuelta al cole”, los que siguen en modalidad de teletrabajo se dividen en dos bandos: aquellos que ansían volver a la oficina y al contacto humano y otros que no quieren abandonar la flexibilidad que permite trabajar en casa.

Todavía es pronto para determinar si el teletrabajo tiene los días contados o más bien lo contrario. A pesar de que muchas empresas vuelven a apostar por la presencialidad, las grandes compañías nacionales e internacionales establecidas en España apuestan ya por un modelo híbrido: empresas de los sectores de la telecomunicación, seguros, banca, gran consumo o farmacéuticas, entre otras. Muchas ya presumían de modelos de trabajo flexibles antes de la pandemia.

El llamado “agile working”, una mezcla entre el teletrabajo y la oficina, donde esta última se convierte en un espacio de creación e innovación, de intercambio de ideas y donde dejar fluir la creatividad gracias al trabajo en equipo. El resto se puede hacer desde casa.

La modalidad del teletrabajo, impuesta por el Covid-19, ha acelerado la transformación digital de los modelos de trabajo y negocio de las empresas, muchas no preparadas para ello. Lo que ha supuesto grandes desafíos para el bienestar del negocio, los empleados y clientes.

Primero, nos encontramos con que los lugares de trabajo se han multiplicado y los hogares se han convertido en oficinas, lo que implica una inversión en tecnología y equipo por parte de las empresas. La ley del teletrabajo publicada por el BOE el 9 de julio, establece que la empresa debe dotar de los medios materiales, herramientas y equipo (y su respectivo mantenimiento) que se vaya a emplear para el desarrollo de las actividades laborales.

Sin embargo, el hecho de trabajar desde casa y que muchas personas sigan utilizando equipos personales sin protección, sin usar VPN e incluso sin antivirus supone un riesgo en cuanto a la seguridad informática y la conexión a internet. Especialmente si se trabaja con información delicada y datos privados. La pandemia ha tenido un impacto directo en los ciberataques en 2020. Un informe de Interpol comunicó que, en el primer trimestre de 2020, los registros maliciosos, malware y phishing, habían incrementado en un 569% y los registros de alto riesgo en un 788%.

Segundo, la necesidad de implementar medidas que permitan regular el teletrabajo. En España, muchos siguen con la idea del “si no te veo, no te creo”, con empleados teniendo que enviar su ubicación en tiempo real por whatsapp durante toda la jornada laboral. Aquí nos enfrentamos a dos retos en particular.

Por un lado, cómo asegurar la productividad y no solo buscar horas cumplidas si no objetivos logrados. Por ejemplo, midiendo la productividad con la entrega de un producto dentro de un plazo determinado y creando un sistema de gestión ágil y digitalizado.

Además, garantizar los derechos y el bienestar laboral y emocional de los trabajadores, a través de un buen sistema de comunicación interna y una organización efectiva, evitando caer en la “reunionitis” y creando una rutina laboral sana.

Esto nos lleva al derecho a la desconexión digital y a fomentar la conciliación entre el teletrabajo y la vida personal. Es fundamental establecer límites de horarios y de conexión. El trabajar desde casa no significa que la persona tenga que estar siempre disponible. Se debe marcar la diferencia entre el tiempo del trabajo y el tiempo de descanso y, así asegurar el derecho a la desconexión digital, previniendo además una fatiga digital que se ha disparado durante la pandemia.

Lo indicado líneas arriba es sólo algunos de los retos que implica la transformación digital, impulsada por un teletrabajo obligatorio durante casi dos años. Para asegurar el éxito, se debe situar la transformación digital como un punto estratégico en el plan de la empresa, estableciendo estrategias digitales en todos los departamentos y fomentando el uso de herramientas que permitan la gestión del trabajo y así las necesidades de los clientes, los trabajadores y el negocio.

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